lunes, 16 de octubre de 2017

Qué es el lujo


Si te preguntase qué es el lujo para ti, ¿qué me responderías? Comparto mi reflexión sobre este concepto.

¿Cuando hablamos de lujo nos referimos a algo único y especial o tal vez a algo inaccesible y quizá innecesario? ¿Lujo es tener aquello que deseas? ¿Implica exclusividad y calidad?

A lo largo de la historia el lujo se ha asociado a la idea de exclusividad, ostentación, posesión, refinamiento, sofisticación, ociosidad, estatus, calidad y exigencia. 

Si miramos atrás, vemos que el valor del lujo ha ido cambiando y podemos decir que hoy se ha masificado. 

Pero cabe puntualizar, tal y como decía el pensador francés Alexis de Tocqueville, no es el lujo el que se ha democratizado, sino que es la democracia la que ofrece a todos la posibilidad “formal” de adquirir todos los bienes. 

Y es que actualmente se puede acceder al lujo con mayor facilidad que antaño. 

El 'lowxury'

Incluso ha surgido el nuevo concepto lowxury, que consiste en ropa de lujo a precios asequibles. Está basado en el lujo low cost y aúna exclusividad, diferenciación y productos a precios competitivos, pero que no renuncian a la calidad.

La crisis actual y el capitalismo salvaje incitan a las marcas de lujo a llegar a las masas. Lo único que interesa es vender. Por esto, hoy más que nunca surge una fuerte tensión entre lujo y masa, ya que antes el lujo se reducía a la élite, que era la única clase que podía acceder a él y que lograba afrontar sus precios prohibitivos. 

Y es en esta tensión que el factor de calidad queda resentido, pues, por un lado se baja la calidad con tal de conseguir un beneficio mayor y, por el otro, se incrementan las campañas de comunicación y las técnicas de marketing con el fin de potenciar la notoriedad de la marca y así poder mantener el precio alto de los bienes de lujo. 

Jean-Louis Dumas, que fue presidente de Hermès, decía: “El precio sólo se paga una vez, la calidad se comprueba todos los días”. Desde luego que antes, esta frase tenía más sentido, porque hoy existe la tendencia generalizada a dar más importancia a aumentar las vendas, que a asumir la excelencia del producto. 

El artesano y el 'savoir faire'

Con el surgimiento de la civilización industrial, las casas de lujo se vieron obligadas a convertirse en marcas y a expandirse usando herramientas como el merchadising (perfumes, cosmética…) para mantenerse a flote. Desde entonces, el mundo de la moda se encuentra en un cambio acelerado continuo. Pero hay una figura que se mantiene intacta. 

Como dijo el director general de Hermés Ibérica, Eric Grellety Bosviel en una clase en el Máster que cursé hace unos años: “El artesano es quien garantiza las empresas del lujo”

Los creadores son actualmente los más buscados y mejor pagados, porque hay pocos y eso les hace aun más valiosos. Son la esencia de las firmas. Las marcas de lujo los necesitan para seguir haciendo productos de calidad. Sin duda, la artesanía es lujo. Y el savoir faire es clave para las firmas que se dedican a ello.

Pero volviendo al quid de la cuestión, ¿qué es el lujo? 

Nos vienen a la cabeza productos muy caros como un bolso de Hermès, una sortija de Cartier, un precioso Rolex o unos stilettos de Louboutin. 

Pero el concepto de lujo va más allá

No tiene por qué tratarse de algo costoso, sino de algo valioso

Tiene que ver con algo especial, con los pequeños detalles y no con la opulencia. El lujo no puede ser vulgar. 

Tiene que ver con la calidad de sorprender y encantar, con la emoción al abrir el packaging de un bolso de Loewe o una cartera hecha a medida especialmente para ti, con la ilusión de recibir una pieza única como podría ser una joya de Carrera y Carrera o del joyero de tu ciudad, un Chanel 2.55 o un precioso collar vintage, con la fascinación que provoca un vestido de Balenciaga, con la poderosa sensación que invade al cuerpo al probar un corsé de Maya Hansen o con el deseo de estrenar unos zapatos especiales, desde unos Jimmy Choo hasta los preferidos de tu abuela cuando era joven. 

El auténtico lujo

El lujo tiene que ver con sueños y con lo especial.

Actualmente el lujo es también experiencia, emoción, placer, fascinación y hedonismo. 

Lujo es un hotel 5 estrellas, una joya de Tiffany, un yate privado, un mueble de Jaume Tresserra, una copa de Moët Chandon o incluso una buena experiencia en una clínica o una peluquería… Pero hay un lujo mejor

Para mí el lujo auténtico es estar con mi pareja, reunirme con mi familia al completo, encontrarme con mis amigos/as de toda la vida, tomar un Cacaolat en buena compañía, sacar una sonrisa a alguien, volver a casa y dormir en mi cama después de estar mucho tiempo fuera, levantarme tarde un fin de semana, la buena música, un buen libro, una buena conversación, las cosas hechas a mano, las labores de mi abuela, disfrutar de una buena taza de chocolate, observar las estrellas en la noche, escaparme de la ciudad y reconectar con la naturaleza o poder ser uno mismo en este mundo tan marcado por los intereses económicos. 

Y el silencio. Tan ansiado a veces, que se ha convertido en un lujo.

Simplemente el disfrutar de los pequeños detalles… Todo esto también es un buen lujo.


¿Qué es el lujo para ti?

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