By Gloria
Photo credit: The Daily Beast |
Kim Kardashian and Kanye West led to controversy last week after they landed the cover of the April 2014 issue of American Vogue. Some readers threatened the publication with canceling their subscription and stop buying the magazine, while others claimed that they would buy the issue to burn it. The fashion world got indignant (a lot) and the magazine’s editor-in-chief Anna Wintour justified herself. However, her gesture wasn’t enough to calm the indignation of the readers, who feel betrayed. Will this polemic cost her job? Who said Anna or Vogue were perfect?
Kim Kardashian y Kanye West han encendido la polémica al salir en la portada del número de abril de 2014 de la versión estadounidense de la revista Vogue. Algunos lectores han amenazado a la publicación con cancelar su suscripción y dejar de comprar la revista, mientras que otros han proclamado que comprarían el número con la intención de quemarlo. El mundo de la moda se ha indignado (y mucho) y la editora en jefe de la revista Anna Wintour se ha justificado. Sin embargo, su gesto no ha sido suficiente para calmar la indignación de sus lectores, que se sienten traicionados. ¿Le costará el puesto? Quién dijo que Anna o Vogue fueran perfectas?
Anna Wintour is not silly. The decision of featuring Kimye on the cover responds to a risky strategic decision, and in my opinion, very desperate to achieve an increase in the number of the magazine’s sales. Without any doubt, Vogue reached to accomplish the long hashtag #theworldmosttalkedaboutcouple, since everyone talked about Kim and Kanye. Now then, was it worth the wobble in its readers’ confidence? Does Kardashian deserve to rule the cover of one of the most influential magazines in the world?
New path in 'Vogue'
It’s true that the publication sees itself forced to evolve and clearly has taken a new direction. Vogue has changed and this cover indicates a “before” and an “after” in its history. But now what direction does the magazine head for? With Kardashian featured in its cover, Vogue widens its target –as it did featuring Lena Dunham or Rihanna- but what happens with its traditional reader?
It’s true that the publication sees itself forced to evolve and clearly has taken a new direction. Vogue has changed and this cover indicates a “before” and an “after” in its history. But now what direction does the magazine head for? With Kardashian featured in its cover, Vogue widens its target –as it did featuring Lena Dunham or Rihanna- but what happens with its traditional reader?
It seems that Anna left aside her principles and has given in to the media impact that the couple generates. It’s true that Kim and Kanye “define the culture” of the moment –the American one-, but is that reason enough? I’m sorry Anna, but this time you aren’t right. Vogue lost credibility and succumbed to vulgarity. Someone like Kardashian, who became famous due to a sexual nature video, cannot be on the cover of the Bible of Fashion. She lacks prestige.
Polemic provocations
This whole controversy reminds me of Vogue Paris in 2011, when the publication included a polemic photo shoot starred by the 10-year-old Thylane Blondeau (now 12). She was posing with a seductive attitude next to other girls who were dressed like adults: wearing high-heels and a lot of make-up. The images created agitation and received a lot of criticism. After the photo shoot, the French magazine editor-in-chief, Carine Roitfeld, left her position. The official version says it was because of personal reasons, although the rumours tell that the “all powerful” Bernard Arnault, owner of the LVMH luxury group, did not like it and maybe it had something to do with it.
This whole controversy reminds me of Vogue Paris in 2011, when the publication included a polemic photo shoot starred by the 10-year-old Thylane Blondeau (now 12). She was posing with a seductive attitude next to other girls who were dressed like adults: wearing high-heels and a lot of make-up. The images created agitation and received a lot of criticism. After the photo shoot, the French magazine editor-in-chief, Carine Roitfeld, left her position. The official version says it was because of personal reasons, although the rumours tell that the “all powerful” Bernard Arnault, owner of the LVMH luxury group, did not like it and maybe it had something to do with it.
We'll see if the most important advertiser in the magazine demands another person in charge of Vogue, if Anna has to leave her throne or, on the contrary, this new direction strengthens her even more and she keeps ahead adapting the magazine to the given moment. Ladies and gentleman, this is not the end of the magazine. It means to say goodbye to the classic and sophisticated publication we were used to. We will like it more or less, but this is the beginning of the new Vogue of the 21st Century.
Photo credit: vogue magazine Instagram |
VOGUE NO ES PERFECTA (continuación)
Anna Wintour no es tonta. La decisión de sacar en portada a Kimye responde a una arriesgada decisión estratégica, y en mi opinión, muy desesperada para lograr un aumento en la cifra de ventas de la publicación. Sin duda Vogue ha conseguido que se cumpla el larguísimo hashtag #theworldmosttalkedaboutcouple, pues todo el mundo ha hablado de la famosa pareja. Ahora bien, ¿valía la pena tambalear de este modo la confianza del lector? ¿Es Kardashian merecedora de reinar en la portada de la que es una de las revistas más influyentes del mundo?
Nuevo rumbo en 'Vogue'
Es cierto que la cabecera se ve obligada a evolucionar y está claro que ha tomado un nuevo rumbo. Vogue ha cambiado y ésta portada marca un antes y un después en su historia. Pero, ¿en qué dirección se dirige ahora la revista? Con Kardashian en portada, Vogue amplía su público objetivo -tal y como hizo apostando por la protagonista de la serie Girls Lena Dunham o con Rihanna- pero ¿qué pasa con su lector tradicional?
Es cierto que la cabecera se ve obligada a evolucionar y está claro que ha tomado un nuevo rumbo. Vogue ha cambiado y ésta portada marca un antes y un después en su historia. Pero, ¿en qué dirección se dirige ahora la revista? Con Kardashian en portada, Vogue amplía su público objetivo -tal y como hizo apostando por la protagonista de la serie Girls Lena Dunham o con Rihanna- pero ¿qué pasa con su lector tradicional?
Parece ser que Anna ha dejado atrás sus principios y se ha rendido al impacto mediático que genera la pareja a su paso. Cierto es que Kim y Kanye “definen la cultura” (americana) en este momento, pero es ésta ¿justificación suficiente? Lo siento Anna, pero esta vez no has estado acertada. Vogue ha perdido credibilidad y ha caído en la vulgaridad. No puede ocupar la portada de la Biblia de la moda alguien como Kardashian que se hizo famosa por un vídeo casero de carácter sexual. Carece del caché suficiente.
Provocaciones polémicas
Todo este gran revuelo me recuerda a cuando en 2011, Vogue París sacaba a la luz el controvertido reportaje protagonizado por Thylane Blondeau, de solo 10 años (hoy 12). Posaba en actitud seductora junto a otras niñas e iban vestidas como adultas: con tacones y mucho maquillaje. Las imágenes crearon gran agitación y recibieron un alud de críticas. Tras el reportaje, la directora de la revista francesa, Carine Roitfeld, abandonó su cargo. La versión oficial afirma que lo hizo por motivos personales, aunque se rumorea que al todopoderoso Bernard Arnault, dueño del grupo de lujo LVMH, no le hizo ninguna gracia y quizá tuviera algo que ver con ello.
Todo este gran revuelo me recuerda a cuando en 2011, Vogue París sacaba a la luz el controvertido reportaje protagonizado por Thylane Blondeau, de solo 10 años (hoy 12). Posaba en actitud seductora junto a otras niñas e iban vestidas como adultas: con tacones y mucho maquillaje. Las imágenes crearon gran agitación y recibieron un alud de críticas. Tras el reportaje, la directora de la revista francesa, Carine Roitfeld, abandonó su cargo. La versión oficial afirma que lo hizo por motivos personales, aunque se rumorea que al todopoderoso Bernard Arnault, dueño del grupo de lujo LVMH, no le hizo ninguna gracia y quizá tuviera algo que ver con ello.
Veremos si el mayor anunciante de la revista exige otra persona al cargo de esta nueva Vogue, si Anna debe dejar su trono o si, por el contrario, este nuevo rumbo la fortalece aún más y sigue adelante adaptándose a los nuevos tiempos que corren. Señores y señoras, éste no es el fin de la revista. Es decir adiós a la clásica y sofisticada cabecera a la que estábamos acostumbrados. Nos gustará más o menos, pero este es el inicio de la nueva Vogue del siglo XXI.
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