La balanza está desequilibrada y las mujeres exigimos un cambio hoy. Mañana es demasiado tarde.
Comenzamos el año 2018 con la reciente campaña de denuncia de acosos sexuales bajo el hashtag #TimesUp y una alfombra roja de los Globos de Oro teñida de negro.
Las mujeres seguimos movilizándonos y unimos nuestras voces para romper con injusticias.
Se acabó el tiempo del silencio.
Cada vez más, la sociedad se ve obligada a abordar temas “incómodos” que, lamentablemente, han vivido (y viven) una normalización por nuestra parte como conjunto.
Tras un 2017 que ha causado un auténtico “despertar” a nivel global, ahora es el momento de seguir alzando la voz a favor de un sistema que favorezca la igualdad y en el que el abuso no tenga cabida. Antes se hacía oídos sordos. El mundo no estaba preparado para escuchar, pero ahora las cosas han empezado a cambiar.
Hoy parece que la industria de la moda, o al menos una parte de ella, empieza a mostrar interés por el bienestar de las modelos, por exigir un comportamiento ético y por acabar con los episodios de acoso sexual. Algunas marcas y editoriales han expresado su total condena a estas situaciones violentas, aunque lo que conviene saber es si realmente lo ponen en práctica.
El camino a recorrer es largo, pero al fin se empieza a prestar atención y a tomar consciencia.
Tenemos que seguir avanzando por el buen camino que ahora se vislumbra y, sobre todo, como sociedad tenemos que aprender a escuchar.
Y para la moda, y el mundo, es hora de dejar atrás las sombras.
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